sábado, 22 de septiembre de 2012

La carne y la nutrición


La polémica con el consumo de la carne está presente desde siempre.  Algunas personas quieren estar en armonía con el mundo y evitan ingerirla.  Otras, por razones médicas, éticas o simplemente porque son vegetarianos deciden no caer en la tentación de su ingesta.  Sin embargo, desde el punto de vista nutricional, la carne, tiene proteínas, minerales, vitaminas, agua y grasas que son necesarias para el buen funcionamiento del organismo.
Las proteínas de la carne contienen ocho tipos distintos de aminoácidos esenciales para el cuerpo. Entre los minerales que contiene la carne se encuentran: el hierro, el calcio, el fósforo, el magnesio y el potasio. 
Aunque la Asociación Dietética Americana (1997) mantiene una postura de apoyo a la dieta vegetariana, la exclusión de alimentos altos en proteínas de origen animal (carnes, pescados, huevos  y lácteos) hace necesario que se aumente el consumo de origen vegetal (granos).  Por lo general,  los granos tienden a generar molestias gastrointestinales por lo que las personas disminuyen su consumo.  
A largo plazo, esto causa deficiencias de proteínas y aminoácidos  indispensables para la buena nutrición.  La mayor ventaja de incluir carne en su dieta respecto a la vegetariana es que el cuerpo recibe los aminoácidos necesarios con mayor facilidad.  En caso de dieta o recomendación médica, el consumidor puede seleccionar entre las carnes magras o blancas.
          Por otro lado, el sistema de producción en la industria de carnes en Puerto Rico está libre de enfermedades bacterianas infecciosas.  De hecho, en la Isla nunca se han reportado casos de 'Bovine Spongiform Encephalopathy' (BSE), mejor conocida como la enfermedad de las vacas locas.
         La producción de la carne esta regulada y reglamentada por el Departamento de Agricultura de  Puerto Rico y Estados Unidos, el Departamento de Salud, la Administración de medicamentos y alimentos (FDA por sus siglas en inglés) y otras unidades del gobierno en la Isla.   La responsabilidad de proteger  los alimentos para reducir a lo mínimo la contaminación es un esfuerzo general y coordinado en todo el sistema de producción y transporte del producto.  Esto implica garantizar la frescura desde la finca hasta que llega a la mesa del consumidor.
          Las guías de la FDA se deben seguir al pie de la letra.  Algunos de los señalamientos sobre un análisis de riesgo de la contaminación de bacterias incluye revisiones periódicas de la calidad del agua, la higiene de los trabajadores, las condiciones de sanidad del área de trabajo, las instalaciones y el transporte, entre otras.  Los operadores de negocios están sujetos a inspecciones continuas, multas en caso de incumplimiento y el cierre de operaciones de ser necesario por agentes de la FDA.
          La Asociación de Ganaderos de Hatillo junto a otros comerciantes de la industria agrícola demuestran que las carnes en Puerto Rico están producidas bajo las más estrictas reglas de sanidad y salubridad durante todo el proceso.  De manera, que si la carne formará parte de su dieta prefiera la de Puerto Rico.  La mas fresca y saludable.
Por Brenda Vázquez
5/julio/2012


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