La polémica con
el consumo de la carne está presente desde siempre. Algunas personas quieren estar en armonía con el mundo y
evitan ingerirla. Otras, por
razones médicas, éticas o simplemente porque son vegetarianos deciden no caer
en la tentación de su ingesta. Sin
embargo, desde el punto de vista nutricional, la carne, tiene proteínas,
minerales, vitaminas, agua y grasas que son necesarias para el buen
funcionamiento del organismo.
Las proteínas de
la carne contienen ocho tipos distintos de aminoácidos esenciales para el
cuerpo. Entre los minerales que contiene la carne se encuentran: el hierro, el
calcio, el fósforo, el magnesio y el potasio.
Aunque la Asociación Dietética Americana (1997) mantiene una postura de apoyo a la
dieta vegetariana, la exclusión de alimentos altos en proteínas de origen
animal (carnes, pescados, huevos y
lácteos) hace necesario que se aumente el consumo de origen vegetal (granos). Por lo general, los granos tienden a generar molestias
gastrointestinales por lo que las personas disminuyen su consumo.
A largo plazo, esto causa deficiencias
de proteínas y aminoácidos indispensables para la buena nutrición. La
mayor ventaja de incluir carne en su dieta respecto a la vegetariana es que el
cuerpo recibe los aminoácidos necesarios con mayor facilidad. En caso de dieta o recomendación
médica, el consumidor puede seleccionar entre las carnes magras o blancas.
Por
otro lado, el sistema de producción en la industria de carnes en Puerto Rico está
libre de enfermedades bacterianas infecciosas. De hecho, en la Isla nunca se han reportado casos de 'Bovine
Spongiform Encephalopathy' (BSE), mejor conocida como la enfermedad de las
vacas locas.
La
producción de la carne esta regulada y reglamentada por el Departamento de
Agricultura de Puerto Rico y
Estados Unidos, el Departamento de Salud, la Administración de medicamentos y
alimentos (FDA por sus siglas en inglés) y otras unidades del gobierno en la
Isla. La responsabilidad de proteger los alimentos para reducir a lo mínimo la contaminación es
un esfuerzo general y coordinado en todo el sistema de producción y transporte
del producto. Esto implica garantizar
la frescura desde la finca hasta que llega a la mesa del consumidor.
Las
guías de la FDA se deben seguir al pie de la letra. Algunos de los señalamientos sobre un análisis de riesgo de
la contaminación de bacterias incluye revisiones periódicas de la calidad del
agua, la higiene de los trabajadores, las condiciones de sanidad del área de
trabajo, las instalaciones y el transporte, entre otras. Los operadores de negocios están
sujetos a inspecciones continuas, multas en caso de incumplimiento y el cierre de
operaciones de ser necesario por agentes de la FDA.
La
Asociación de Ganaderos de Hatillo junto a otros comerciantes de la industria
agrícola demuestran que las carnes en Puerto Rico están producidas bajo las más
estrictas reglas de sanidad y salubridad durante todo el proceso. De manera, que si la carne formará
parte de su dieta prefiera la de Puerto Rico. La mas fresca y saludable.
Por Brenda Vázquez
5/julio/2012
5/julio/2012
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